CONSUMISMO VS. INNOVACIÓN: EL TALÓN DE AQUILES DE LA MODA

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En un mundo donde la moda cambia con tan solo un clic, surge una reflexión generalizada sobre la esencia del vestir. ¿Cómo podemos enfrentar un consumismo sin límites y totalmente desenfrenado junto con la falta de innovación en las pasarelas?

Los diseñadores, como creadores fundamentales, enfrentan el desafío de liberarse de la monotonía del conformismo. En ocasiones, la industria, impulsada por la demanda del mercado, cae en la tentación de repetir fórmulas exitosas en lugar de explorar nuevas expresiones estéticas que nos lleven a un consumo más responsable y menos fugaz.

Como consumidores, deberíamos asumir este desafío con la determinación necesaria. De manera que instemos a la industria a redescubrir la esencia de lo que es realmente el vestir a un grupo considerable de personas, de manera tanto inspiradora como transcendental. Deshaciéndonos de la insustancialidad y la frugalidad que impera en el mercado textil actual, un mercado saturado que debe comenzar a abrazar de nuevo la singularidad y celebrar la autenticidad de cada marca y sector.

Y es que actualmente, el consumismo agotador en el que nos encontramos totalmente inmersos no solo afecta a nuestros recursos, sino que también coarta la creatividad inherente que debería florecer en cada nueva temporada. Los diseñadores simplemente son narradores visuales de tendencias, cuentan el presente y lo llevan a un público generalizado.
Por esa razón, es esencial que se liberen cuanto antes de las restricciones impuestas por las tendencias efímeras. No pueden permitir encorsetarse en lo que dictan las redes sociales y el consumismo más caníbal.

Street Style Paris Fashion Week ss24. Christian Vierig/Getty Images.

Este simple análisis debería calar como mensaje y ser el inicio de una nueva era en la que la moda sea más que una expresión de estilos; un catalizador de ideas frescas y perspectivas inexploradas (o revisitadas). La moda debería elevarse de nuevo hacia una expresión revolucionaria, con una nueva definición de estándares y la disrupción de narrativas
convencionales hacia una búsqueda intrépida por la re-autenticidad de la que gozó en el pasado.

Los diseñadores no pueden permitir encorsetarse en lo que dictan las redes sociales y el consumismo más caníbal.


La moda no es más que un reflejo audaz de lo que aspiramos a ser, por lo que la innovación no debería ser tan solo una nueva tendencia, si no el núcleo más profundo de la industria.

Words Adriana Barreno